domingo, 29 de abril de 2012


INNOVACIÓN Y CAMBIO CURRICULAR: LA CRISIS PERMANENTE


INNOVACIÓN Y CAMBIO CURRICULAR: LA CRISIS PERMANENTE 

Aunque no todo cambio en el currículum significa un proceso de innovación en la institución escolar y en sus prácticas de enseñanza, lo cierto es que la gran mayoría de los cambios curriculares están pensados con esa intención.

Han sido los proyectos de innovación curricular y sus estrategias de implantación los que normalmente han marcado la pauta sobre los procesos de desarrollo del currículum y los que más han despertado el interés por la evaluación. Estos análisis son los que han puesto en cuestión muchas de las ideas preconcebidas y discutibles en la dinámica de creación e implantación del currículum. 

House (1981, 1979) ha diferenciado tres perspectivas en la manera de entender los procesos de innovación: la tecnológica, la cultural y la política. 
La perspectiva tecnológica entiende la enseñanza y la innovación, como un proceso tecnológico. Los proponentes de la innovación tienen unos marcos de comprensión de la realidad escolar y unos valores que difieren, normalmente, de los que sostienen los profesores.

La perspectiva, la política, comparte en cierta manera la idea de la perspectiva cultural de que distintos sectores tienen distintas visiones de la innovación. Por ello, la idea de la diseminación como una estrategia de comunicación de las excelencias del nuevo currículum a los usuarios resulta ser pura retórica. Más que comunicado, el currículum es negociado.
Por otro lado, si estos enfoques sobre cómo actúan las innovaciones curriculares y el porqué de sus dificultades para hacerse operativas han estado centrados en los factores de desarrollo del currículum, es decir, en las estrategias para conseguir que los profesores adopten el currículum, han olvidado, sin embargo, si queremos realmente comprender los procesos de innovación, otro factor que debe ser considerado: el diseño en sí del nuevo currículum. Al margen de teóricos, planificadores y evaluadores, los alumnos van a las escuelas y experimentan un currículum. Pero debe también comprender, en tercer lugar, cuáles son las ideas de los profesores sobre qué y cómo enseñar. Primero, la innovación curricular nunca es exactamente quitar un currículum y poner otro.

Segundo, esta idea de que el profesor ya está aplicando un currículum, de que en las clases ya hay un currículum funcionando, trastoca todo el planteamiento tradicional del tema. Cualquier proceso de innovación entra irremediablemente en interacción con esa realidad. Por ello, el análisis y comprensión de las condiciones de realidad (estructura social y formas de conciencia) en las que opera la práctica de la enseñanza es un elemento clave de la intervención en el cambio curricular. “Hablar sobre el currículum es otro modo de hablar sobre las prácticas educativas de ciertas instituciones.

Pretender el cambio del currículum tiene que ver con la modificación de una práctica social, y no con la sustitución en el estante del profesor de un manual por otro. de las experiencias, en definitiva, que viven profesores y alumnos como consecuencia de la existencia de un currículum. Considerar el currículum y su traslación a la escuela, exige considerar la práctica real de la enseñanza, esto es, entender que el currículum no es una idea inmaterial, sino el reflejo material, socialmente construido, de ciertas pretensiones que se tienen para la escuela.

Si el currículum pretende articular las intenciones educativas con las condiciones de realidad en las que se lleva a cabo la enseñanza, estas condiciones, y las prácticas de enseñanza a las que se da lugar con ellas, no son sólo el fruto de una práctica consciente y cambiable. Son la expresión, en parte, del sentido profundo de la existencia de la propia enseñanza en cuanto que práctica social institucionalizada (Apple, 1986). De ahí la resistencia o “persistencia” de métodos de enseñanza y prácticas escolares suficientemente criticados y aparentemente “superados” (Hoetker y Ahlbrand, 1969). Por lo tanto, comprender cuál es el papel que juega el currículum vigente en el sistema de enseñanza es fundamental para entender no sólo sus dificultades de cambio, sino que el currículum no es un acontecimiento inocente al margen de intereses ideológicos y políticos.

En el mismo sentido en que un currículum vigente no es neutro, tampoco la propia práctica de la innovación es una dinámica que se produzca en el vacío social. Estas, como el currículum en sí, responden a intereses socio-políticos. Por ello, cualquier intento de cambio curricular, que no sea un cambio para un mayor control y ajuste social, entronca con, y requiere de una práctica de transformación del papel social de la enseñanza, y por tanto, de una transformación del papel y de la práctica social del currículum, así como del profesor que lo lleva a cabo.

sábado, 28 de abril de 2012

LA ENSEÑANZA Y UNA TAREAS ABIERTA: PENSAR LA BUENA ENSEÑANZA

"La enseñanza" y "Una tarea abierta: pensar la buena enseñanza", en El ABC de la tarea docente: currículo y enseñanza. 


Los textos "La enseñanza" y "Una tarea abierta: pensar la buena enseñanza" abarcan las concepciones de enseñanza, aprendizaje, la relación entre los conceptos anteriores y la importancia de la planeación, es posible, encontrar dentro del texto un esquema que ejemplifica la relación entre enseñanza y aprendizaje. 

La enseñanza es una actividad, un hacer, una práctica, de acuerdo a Fenstermacher la define como una actividad en la que debe haber al menos dos personas, una de las cuales posee un conocimiento o una habilidad que la otra no posee: la primera intenta transmitir esos conocimientos o habilidades a la segunda, estableciéndose entre ambas una cierta relación a fin de que la segunda los adquiera. 

La enseñanza es referida por este autor como un intento debido a que al tratarse de una relación entre personas no es posible asegurar que aquello que se debe o quiere comunicar sea transmitido y adquirido. 

El concepto de enseñanza depende del concepto de aprendizaje, pues sin el concepto de aprendizaje no existiría, el de enseñanza, no se trata de una relación causal, necesaria, de una enseñanza no se sigue siempre un determinado aprendizaje. El aprendizaje puede realizarlo uno mismo, se produce dentro de la propia cabeza de cada uno. 

La enseñanza se produce estando presentes por lo menos una persona más, no es algo que ocurra dentro de la cabeza de un solo individuo. El aprendizaje implica la adquisición de algo, la enseñanza implica dar algo. 

La enseñanza existe como actividad porque el aprendizaje ocurre, pero ambos procesos no se identifican necesariamente. Entendiendo enseñanza como andamiaje esta correspondería al sostén que el docente ofrece y luego retira para favorecer el aprendizaje de sus alumnos. 

La enseñanza sistemática existe en la medida en que se produce un proceso de comunicación entre docentes y alumnos, que permite que los primeros ayuden a los segundos. La enseñanza no es sólo ayuda sino también guía cuyo fin es la promoción sistemática del aprendizaje. 

Aunque aprendizaje y enseñanza sean procesos interdependientes, no es la enseñanza la causa del aprendizaje, su razón de ser es favorecerlo y guiar lo que una buena enseñanza debe intentar hacer posible la zona de intersección que existe entre enseñanza y aprendizaje, entre enseñante y aprendiz. 

La buena enseñanza es aquella que enseña bien algo bueno, tanto en el sentido epistemológico de la acepción (que sea pertinente desde el punto de vista científico, que se encuentre validado por la ciencia), como en un sentido ético-social y personal (que sea ética y moralmente justificable su enseñanza en relación con el ideal de mundo y de hombre que se quiere transmitir). Una buena enseñanza es aquella que es eficaz en la tarea de brindar buenas ayudas para el aprendizaje.

viernes, 27 de abril de 2012

LA BUENA ENSEÑANZA

La “BUENA ENSEÑANZA” es un término acuñado a fines del siglo XX por autores como BURBULES, McEWAN, BATEMAN y en Argentina por CAMILLONI, LITWIN.

para definir una actitud frente a la educación, considerándola como mejoramiento de cada una de las personas involucradas en la conducción, la enseñanza y el aprender. 

Su fundamento filosófico es la dignidad de la persona humana, el derecho a enseñar y aprender en libertad, buscando los valores que dignifiquen la existencia. 

Se presenta como alternativa a la nueva “querella de los métodos” que suscitó la renovación curricular (acá en Argentina llamada “transformación educativa”). 

La “buena enseñanza” va más allá de los métodos, de las técnicas, de las estrategias, de la “receta pedagógica”.

Basándose en la inclusión escolar, considerando que el tiempo de la clase debe ser tiempo para que el maestro enseñe y el alumno aprenda, tiende a lograr una educación profesional que permita al maestro alcanzar sus propósitos y al alumno alcanzar los objetivos.

Poder conseguir estas metas gratifica a maestros y alumnos que realizan de manera óptima la función asignada a su rol.

“No hay nada más exitoso que el éxito” SKINNER. 1963.Beyond freedom and dignity.

jueves, 19 de abril de 2012

LA FORMACIÓN COMIENZA POR EL HOGAR

El obispo de san Lorenzo, mons. Sebelio Peralta, destacó que los problemas sociales que azotan al país, como la violencia juvenil, es señal de que los padres de familia no están cumpliendo con el rol de educar a sus hijos.

Las declaraciones fueron realizadas en la misa central en honor a la  Virgen de la Candelaría.

La Familia, escuela de Formación.

En otro pasaje de la homilía, señaló, que la familia es la escuela donde se forman los ciudadanos. Así mismo advirtió que los niños y jóvenes que crecen fuera del hogar son vulnerables, ya que no recibieron la debida instrucción en su casa.

sábado, 7 de abril de 2012

EN QUE ESTAMOS CONVIERTIENDO A NUESTROS HIJOS

Nos quedamos sorprendidos, cuando se da cuenta en periódicos o radio, que el sicario no superaba los 18 años. Cuando los cuerpos de los 3 o 4 ejecutados, correspondían a adolescentes de hasta 14 años de edad.





Yo me preguntaría y plantearía la siguiente pregunta: ¿cómo eduqué o estoy educando a mis hijos? ¿Qué valores inculco o inculqué a mis hijos?


A los jóvenes de este siglo hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela y, digo llevarlos porque no tienen que tomar el camión o caminar larguísimas distancias para llegar a ella.


Se levantan generalmente irritados porque se acuestan muy tarde, viendo televisión por cable, jugando playstation, hablando o enviando mensajes por teléfono o chateando por la Internet.


No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos en poner un dedo en nada que tenga que ver con arreglar algo en el hogar.


Tienen los juegos y equipos digitales más modernos del mercado, Ipod, blackberry y computadora no pueden faltar, como tampoco el pago por su actualización. Hoy los hijos, muchas veces sin merecerlo, presumen el celular más novedoso. El nextel más costoso. La Lap más equipada. Nada les costó. Si se descomponen, para eso estamos, no faltaba más, hay que pagar la reparación, a la brevedad y sin chistar.


Idolatran amigos y a falsos personajes de realitys de mtv. ¡Ah! pero viven encontrándole defectos a los padres, a quienes acusan a diario de que sus ideas y métodos están pasados de moda.


Se cierran automáticamente a quien les hable de moral, honor y buenas costumbres, y mucho menos de religión. Lo consideran aburrido. Ya saben todo y, lo que no ¡Lo consultan en internet!


Nos asombramos, porque los sicarios cobran cuotas sin trabajar por ellas, cuando a nuestros hijos los acostumbramos a darles todo incluso su cuota semanal o mensual sin que verdaderamente trabajen por ella, y todavía se quejan a porque eso no me alcanza.


Si son estudiantes, siempre inventan trabajos de equipo o paseos de campo, que lo menos que uno sospecha, es que regresarán con un embarazo, habiendo probado éxtasis, coca, marihuana o cuando mínimo alcoholizados.


Y cuando les exiges lo más mínimo en el hogar o en la escuela, lejos de ser agradecidos te contestan, con desfachatez: yo no pedí nacer, es tu obligación mantenerme o quien les manda andar de calientes.


Con lo anterior, me refiero a un estudio que indica que este problema es mayor en chicos de la sociedad de clase media o media alta (o de capas medias urbanas) que bien pudieran estar entre los 14 y los 28 años, si es correcto 28 años o más ¿lo pueden creer? y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza.


¿Entonces en qué estamos fallando?
Yo sé, dirán que los tiempos y las oportunidades son diferentes, pues para los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado era levantarse de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que ayudar a limpiar la casa; no se frustraban por no tener vehículo, andaban a pie a donde fuera, siempre lustraban sus zapatos, los estudiantes no se avergonzaban de no tener trabajos gerenciales o ejecutivos, aceptaban trabajos como limpiabotas y repartidores de diarios.


Lo que le pasó a nuestras generaciones, es que elaboramos una famosa frase que no dio resultado y mandó todo al diablo:


¡Yo no quiero que mis hijos pasen, los trabajos y carencias que yo pasé: error!


Nuestros hijos no conocen la verdadera escasez, el hambre. Se criaron en la cultura del desperdicio: agua, comida, luz, ropa, dinero.


Muchos de los nuestros hijos, a los 10 años ya habían ido a Disneyworld mínimo dos veces,cuando nosotros a los 20 si bien nos ibaconocíamos la Ciudad de México, con su hoy vetusto y atiborrado Metro.


El dame y el cómprame, siempre fue generosamente complacido convirtiendo a nuestros hijos en habitantes de una pensión,con sirviente (a) y todo incluido, que después intentamos que funcionara como hogar.


Es alarmante el índice de divorcios que se está generando, van a la conquista de su pareja y vuelven al hogar, sólo unos meses más tarde, divorciados porque la cosa no funcionó; ninguno de los dos quiere servir al otro en su nueva vida. Como nunca batallaron en la pensión con sirviente incluido, en la que se les convirtió el hogar paterno, a las primeras carencias en el propio, avientan el paquete y regresan a la casa para que la mamá y el papá continúen resolviéndoles la vida.


Este mensaje es para los que tienen hijos y que pueden todavía moldearlos, edúquenlos con principios y responsabilidades. háganles el hábito del ser agradecidos.


Háganles el hábito de saber ganarse el dinero con honestidad, la comida, la ropa, el costo de la estancia en la casa en la cual no aportan para el pago de servicios. Háganles saber lo que cuesta cada plato de comida, cada recibo de luz, agua, renta. Háganles sentir en su casa, cómo se comportarían ustedes en casa ajena cuando van de visita.


Por ese domingo o cuota semanal o mensual, edúquenlos en la cultura de la correspondencia y el agradecimiento. Que los sábados o domingos laven el carro, ayuden a limpiar la casa, NO SU CUARTO, esa debe ser obligación de siempre sin pago de por medio. Háganles la costumbre de limpiar sus zapatos, de que paguen simbólicamente, por todo lo que gratuitamente reciben, implántenles la ideología de ameritar una especie de beca escolar que ustedes pagan, y por la que ellos no pagan ni un centavo, eso puede generar una relación en sus mentes trabajo=bienestar.


Que entiendan que asistir a la escuela, es un compromiso con la vida, que no es ningún mérito asistir a ella. De la responsabilidad con que cumplan ese compromiso, dependerá su calidad de vida futura.


Todos los niños deben desde temprano aprender a lavar, planchar y cocinar, para que entiendan la economía doméstica en tiempos que podrían ser más difíciles.


Cuida lo que ven y ves con ellos en la televisión, y evita caer en el vicio social llamado telenovelas, los videojuegos violentos, la moda excesiva y toda la electrónica de la comunicación, que han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó. Cuando ocupes corregirlos, aconséjalos, platica con ellos, no los ofendas, no los reprendas en público. Si lo haces, nunca lo olvidarán. Nunca te lo perdonarán.




Estamos comprometidos a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos, o sencillamente hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos queda en manos de las empleadas domésticas y en un medio ambiente cada vez más deformante.


Ojalá que este mensaje llegue a los que tienen la oportunidad de cambiar o hacer algo al respecto. Ya los abuelos pagaron. Nosotros estamos pagando con sangre la transición.


Que cada quien tome lo que le corresponda. Que haga lo que pueda y quiera. Recuerda que para que triunfe el mal, solo se necesita que la gente buena lo permita...